viernes, 9 de marzo de 2012

CAPITULO 22

Llegamos a casa y no hay nadie en el salón. Mi hermano debe estar en el garaje fumándose un porrito-le he pillado más de una vez-, y lo mas impresionante de todo es que es un genio, como si fumar, a él, no le matara ninguna neurona. Tabaco no fuma. Lo odia. Lo odio. Lo odiamos. Antes de probar por primera vez un porro mi hermano me dijo:

-¿Ves que bien huele? Pues sabe tres veces mejor…

Y tenía razón. Jaime estará… ¡qué mas me da donde esté! Subimos por las escaleras ayudando un poco a Celia, después de echar la papilla se ha despejado un poco. Ha llamado a su madre y le ha dicho que se iba a quedar en mi casa a dormir. A su madre no le ha hecho gracia, pero como ya era tarde para que pudiese ir sola a casa-ni que fuese una niña pequeña-lo dejó pasar. Ahora está un poco verde amarillenta. La siento en el sofá en forma de mano que tengo en mi cuarto y me dirijo a mi baño, que también está en la habitación. Abro la ducha, girando el grifo hacía el agua fría y le paso a Celia una toalla para que se duche. Nos quitamos la ropa que llevamos. No siento vergüenza, Nat, Celia y yo somos mejores amigas desde 6º de primaria, cinco años después lo seguimos siendo. Le presto a Nat una camiseta  ancha y larga para dormir y yo hago lo propio y dejando una camiseta igual de ancha y larga que las nuestras ha Celia.

-¿Quién era ese chico?-pregunta Natalia
-Dani
-¡¿No me digas?!-sonrío ante su sarcasmo
-Un amigo, fuimos juntos ha clase hasta un año antes de que vinieses Celia y tu por primera vez al colegio-me quedo pensativa- Se mudo en 4º por el trabajo de su padre. No se que hace aquí-digo esta frase para mi misma
-Pues está rebueno…Parecíais muy cercanos-comenta, no se le escapa nada.

Antes de contestar oigo el grifo de la ducha cerrarse y le grito a Celia:

-¡Si quieres paracetamol ahí en el baúl, y saca tres mas para la resaca que vamos a tener mañana!...-me dirijo a Nat- ¿sabes por que Elisa me la tiene jurada?

Niega con la cabeza.

Elisa de Farinto. Podría decirse que es mi enemiga acérrima, desde 3º-4º de primaria. Ahora procuramos no cruzarnos por el instituto o por la calle o…bueno, intentamos no estar las dos en un mismo sitio. Pero cuando nos encontramos en los pasillos siempre hay bulla. Para la gente es como un espectáculo. Seguro que si lo miras desde fuera es bastante divertido.

-Pues mira-continuo al ver que no obtengo ninguna respuesta verbal- en 3º de primaria, Elisa y yo no nos llevábamos mal, pero tampoco es que fuésemos amigas. Dani me pidió salir a finales de 3º y yo le dije que si- veo como a Nat se le iluminan los ojos y abre la boca- y el caso es, que Elisa estaba enamorada de él y había estado mandándole indirectas todo el curso, pero me eligió a mi…
-¡Me encantaría haber estado allí para ver la cara de Elisa cara pizza!- me interrumpe Nat
mofándose de ella- ¿Por eso siempre intenta quitarte el novio?

Asiento. Solo lo consiguió 4 veces, y la verdad es que me hizo un favor por que quería cortar con ellos. Aunque lo que no me gusto es que yo quedase como victima. Hago una mueca.

-Si, pero en tercero intento que no le afectase, pero en 4º, al vernos todo el rato jugando juntos, sentados juntos…siempre juntos –abrevio- pues disparo el arma que inicio esta guerra.
-¿Qué hizo?- pregunto Celia, a lo que pegue un bote por que creía que estaba en el baño aun.
-¡Joder! que susto…el caso es que le dijo a todo el mundo que yo estaba también saliendo con Miguel Diquen
-¡¿Mikel el ligón?!-preguntan al unísono
-Si, eran mejores amigos. Dani se lo creyó y corto con migo, y se enfado con Migui. Pero conseguimos convencerle y nos pidió perdón, pero quedamos como amigos, aunque Elisa no se salio con la suya, es más, en vez de conseguir que cayera en sus brazos, hizo que se alejara más por haber circulado el rumor. Así que se volvió mas resentida y nos declaramos enemigas oficialmente-suspiro recordando los viejos tiempos y pensando como podíamos causar esos berenjenales si apenas teníamos diez años-Unos meses después Dani se mudo a Ciudad Real y perdimos el contacto…no se como le he reconocido, y el a mi.

-Lo que hubiese dado por haber llegado al colegio un año antes-se lamenta Nat riéndose
-Y yo-coincide Celia que llego el mismo año que Nat.

Nos metemos en mi cama. Es bastante grande por lo que podemos dormir las tres y ni siquiera tocarnos. Hablamos principalmente de chicos,  pero caemos rendidas enseguida, mas Nat sigue hablando

-¡Cállate ya Nata montada que no puedo dormir!-le ordeno riendo
-Vale, vale-se calla un segundo y susurra- no me llames Nata montada o te dejo el ojo morado…

Celia y  yo empezamos a reír. Pero en minutos caemos en brazos de Morfeo…

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