viernes, 17 de febrero de 2012

CAPITULO 14


¡No, no, no, no, no…! ¿Por qué? Si es que soy tonta, pero tonta, tonta, tonta…Guarra Sara, que eres una guarra. ¿Por qué te has acostado con Mario? No, eso no se hace. Me sujeto la cabeza con as manos y me incorporo en el sofá. No se cae dos veces en la misma piedra. Le miro. Esta sonriendo.

-Mira Mario, esto no ha significado NADA- recalco la última palabra- ¿entendido? Y vístete por favor- le reprimo mientras me pongo, yo, mi ropa.
-¿Cómo que nada? Si no fuese nada, no te hubieses disfrutado tanto- dice con una sonrisa de medio lado- ¿no crees?
-¡¿Pero qué?!- grito indignada- ¿Tu eres tonto o pellizcas cristales con guantes de boxeo? Solo ha sido el calentón de momento, nada más.

Esta apunto de decir algo pero oímos un juego de llaves, intentando localizar la cerradura, al otro lado de la puerta. Mario y yo nos miramos con una mirada de pánico. Yo estoy vestida, pero el esta sin camiseta-joder que tableta- y no le da tiempo a ponérsela. Cojo el condón con un folio que hay en la mesa con sumo cuidado con no tocar nada. Pero Jaime y Álvaro ya han entrado. Nos quedamos inmovilizados, pero para nuestra suerte, se dirigen a la cocina en vez de al salón. Me dirijo a las escaleras y subo corriendo intentando hacer el mínimo ruido. Tiro la gomita a la papelera junto con el folio y me siento en la cama con el ordenador. Me percato de que está apagado y doy varias veces al botón de encender deseando que nadie suba a mi habitación. Afortunadamente nadie lo hace. Oigo a mi hermano preguntar:

-¿Qué coño haces sin camiseta, Mario?
-Es que tengo un calor de perros ¿vosotros no?

Si se lo han creído es que son más tontos de lo que pensaba. Pasan los minutos mientras rezo que no se enteren de lo ocurrido en su ausencia. Diez minutos después llega Natalia y entra en mi cuarto abriendo la puerta de golpe que hace que se me pare el corazón por que tengo los nervios a flor de piel.

-Mira que mochila más molongui- me dice poniéndomela en la cara- ¿Qué te pasa? Parece que has visto un fantasma…
-¿Hay mal ambiente hay abajo entre los hombres?-pregunto
-No, están jugando a la play los tres- responde extrañada- y comiendo su parte de la cena. McDonal. Hablando del “Mac”. Hemos quedado con los del otro día este jueves.

-Me he acostado con Mario- digo con la mirada perdida cuando me doy cuenta de lo que me ha dicho- ¿Fran y estos?

-¡¡¿QUÉ?!!- me grita al oído- ¿Por qué has hecho eso?- dice mas bajo
-No lo se -respondo frustrada- Me beso, le bese y hemos acabado haciendo chirriar los muelles del sofá.
-¿En que postura?- pregunta inconscientemente- ¡No me mires así! Hace mil que no hecho un pinchito.
Acabamos riéndonos a carcajadas por lo ultimo dicho y también por mi nerviosismo. No debería haber follado con él. Soy mala persona, se va ha hacer ilusiones. Y si se lo cuenta a alguien le mato, le arranco las pelotas y se las doy de comer al perro del vecino.

-¿Tu crees que me estoy volviendo una puta? –pregunto con tono triste a Nat
-¡Qué va! Por trincarte a Mister musculitos no va a pasar nada- hace referencia a Mario- a de más, es sano un polvete de vez en cuando, los científicos lo dicen, te deja la piel mas brillante y suave- añade sobándome la cara con las dos manos- Mira que suave…

Y en ese momento entra Jaime con la nuestra parte de la cena. Y nos coge en pleno sobeteo de cara. Le miramos  y Nat sin apartar las manos de mi cara. Nos mira.

-¡Rollito raroo!-exclama con una sonrisa- vuestra cena
-Gracias- responde Nat soltando mi rostro para coger su parte
-Gracias-repito
-De nada

Va a salir de la habitación cuando su mirada se fija en un punto. Nat y yo seguimos su mirada. Y lo que vemos nos deja sin habla. El folio si entro en la papelera, el condón se quedo colgando a medias. Las dos nos miramos a los ojos buscando una respuesta a la pregunta que Jaime pueda hacer. La he cagado pero bien…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Musica