miércoles, 15 de febrero de 2012

CAPITULO 11

Como me esperaba, Nacho le ha contado a Jaime, en el cambio de clase, lo mío con Juan, y este ha su vez se ha pasado la hora siguiente mirando de uno a otro. Celia no ha aparecido, y eso es raro en ella. Ahora estamos yendo a casa Jaime y yo. Había quedado con Nat y con Celia en quedar para estudiar, pero si Celia esta enferma, no va a haber nadie que nos supervise para que no nos distraigamos.

He quedado con Nat sobre las 17:00 y son las 14:15. Así que queda tiempo.

-Bueno, Jaime ¿Qué tal tu primer día?- pregunto para ser cortés
-La verdad, es que muy bien-contesta sonriendo

No te jode, todo el puto recreo rodeada de chicas. Y no pasa de ellas no, liga con todas, coqueteando todo el rato. Entramos a casa y está mi hermano con un amigo, Mario, jugando a la play. Me sube un escalofrío por la espalda y me pongo tiesa. En ese mismo instante Mario para el juego y se levanta para saludarme. Álvaro pone los ojos en blanco y se da la vuelta y mientras Jaime deja la mochila, Mario me planta dos sonoros besos apoyando su mano en mi cintura, bajando más de la cuenta.

-¡Hola Sara! Que guapa hoy ¿no?- dice dulcemente

Creo que no lo he comentado. Mario esta enamorado de mi desde hace siete meses cuando por error me acosté con el. Si, fue por error. No me juzguéis.

-Tu también- digo, pero acto seguido, me arrepiento de esas palabras al ver como se le iluminan los ojos. Veo a mi hermano hacer un gesto, haciendo que vomita. Se me escapa una sonrisa que, Mario, malinterpreta como un punto a su favor.

-Tu debes de ser Jaime ¿no?- comenta celoso
-El mismo-aclara  mirándole ha los ojos maliciosamente con una sonrisa de medio lado.
- ¿Juegas o no?- interrumpe Álvaro- ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo “María”?- le reta

Suspiro aliviada.

-Si, juega, yo me tengo que ir a estudiar- comento- además ya he comido así que…

Me dirijo a las escaleras seguida de Jaime, cada uno en su habitación, ya que ha Jaime ya le han traído todas sus cosas y mi hermano se libra de él. Cojo el teléfono y marco el número de Celia.

-¿Si?-contesta una voz al otro lado de la línea
-¡Hola! ¿Miriam?- digo el nombre de su madre- ¿Está Celia en casa?
-Sara-dice con un tono dulce- no, todavía no ha vuelto del instituto ¿A pasado algo?

Abro los ojos como platos. <<Celia no ha ido al instituto>> pienso en respuesta

-No, tranquila. Es que me dijo que a lo mejor iba a comprar material para plástica y que vendría a mi casa directamente- miento- solo he llamado para asegurarme, nada más.

-Pues no, no ha venido
-Muchas gracias, adiós.
-Adiós, bonita- se despide antes de que suene el pitido del teléfono que señala el final de la conversación

Abro el Tuenti rápidamente y busco a Nat. Está conectada.

Yo: Nati, puedes venir antes? A las 4 y media o así?
Natalia: si, supongo ¿x?
Yo: hay un problema con Celia. Pero prefiero hablarlo en persona.
Natalia: OK!, si quieres me paso a las 3 ¿va? ¿es importante?
Yo: teniendo en cuenta que es Cel, si, bastante importante…

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